Luego de haber sido rechazada en tres ocasiones la moción para convocar a elecciones adelantadas fue finalmente aprobada por el Parlamento Británico durante la jornada del 29 de octubre. El cambio se dio a partir del anuncio que realizó Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, de que se otorgaría una extensión flexible, hasta el 31 de enero de 2020, para la fecha del abandono de Reino Unido de la Unión Europea. Las elecciones se realizarán el jueves 12 de diciembre, con lo que el debate sobre los términos del Brexit quedará relegado hasta después de dicha fecha.
El principal argumento para la convocatoria de elecciones adelantadas ha sido el bloqueo legislativo que ha ejercido el Parlamento desde la administración de Theresa May. Anteriormente, el acuerdo que la ex primera ministra había negociado con la UE fue rechazado en 3 ocasiones, además de que los legisladores se negaron constantemente a aceptar diversas alternativas. En la composición actual de la Cámara Baja del legislativo, el Partido Conservador cuenta oficialmente con 311 de los 650 escaños. Por ello, la formación de bloques mayoritarios es complicada, pues además existe una enorme polarización en torno a temas cubiertos por el acuerdo, como la situación de la frontera de Irlanda.
No obstante, el panorama ante una nueva convocatoria a las urnas es incierto, pues los factores estructurales que incitaron la realización del referéndum de 2016 se mantienen en el tejido social. Por ello, existe la posibilidad de que la composición del Parlamento no cambie mucho con los resultados. Además, los partidos experimentan dificultades para reflejar un consenso ante el electorado, pues dentro de ellos hay múltiples divisiones. En el Partido Laborista hay grandes diferencias entre los simpatizantes de un nuevo referéndum para la permanencia en la Unión Europea y entre quienes apoyan el Brexit, pero quieren mantener lazos con esta agrupación. Por otro lado, los conservadores viven un debate similar entre quienes buscan asegurar la salida a cualquier costo, incluso el de retirarse sin acuerdo, y quienes prefieren una renegociación pausada que no afecte la relación futura con Europa.
Así, aunque la extensión otorgada por el Consejo Europeo minimiza las probabilidades de un Brexit duro en el corto plazo, la resolución definitiva de este proceso aún no se vislumbra cercana. En adelante será importante dar seguimiento a las declaraciones de los líderes de los partidos, pues podría haber algunos cambios significativos en sus estrategias para ajustarse al desafío electoral. De momento, algunas encuestas posicionan a los conservadores con una ventaja de alrededor de 10 puntos sobre los laboristas, pero es muy probable que las preferencias se muevan con las campañas que iniciarán la próxima semana.
Por: Janneth Quiroz, Subdirectora de análisis económico de Grupo Financiero Monex
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