Para comenzar, es importante definir qué es una empresa de Impacto Ambiental y Social: es una compañía que nace buscando realizar un cambio positivo en temas sociales y medioambientales al mismo tiempo que genera valor económico a sus accionistas; es decir, es una empresa que incrementa su valor y genera utilidades a sus socios como cualquier otra, pero que a través de su modelo de negocio también está solucionando problemas sociales y medioambientales. También se les puede definir como empresas Ambientales, Sociales y con buen Gobierno interno (ASG) y en inglés Environmental, Social & Governance (ESG).

Todas las empresas deberían elegir un estándar para determinar el nivel de impacto positivo que están produciendo, pero si consideramos que en la actualidad existe una gran diversidad de estándares como son: los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, Sistema B, Global Reporting (Initiative GRI), Task Force on Climate-Related Financial Disclosures TCFD, Sustainability Accounting Standards Board SASB, es un reto elegir el estándar que debemos implementar.
Ahora bien, si se trata de una empresa que cotiza en el Mercado de Valores en México debes tomar en cuenta que la Consar publicó el 18 de septiembre del 2019 las disposiciones de Carácter General que establecen que las Afores deben integrar en su metodología elementos de medición de riesgo de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. También indica que dentro del análisis que las Afores realicen sobre empresas emisoras deben incluir el apego que dichas emisoras tengan con los principios ASG. Dichas disposiciones ya entraron en vigor en enero del 2022.
Como consecuencia de lo anterior, las Afores junto otros Inversionistas Institucionales en México (91 en total), a través del Consejo Mexicano de Finanzas Sostenibles (antes Consejo Mexicano de Finanzas Verdes), han trabajando en conjunto para solicitar a todas las empresas listadas en Bolsa que divulguen información Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo de forma estandarizada y consistente, tomando en cuenta las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) y los estándares de Sustainability Accounting Standards Board (SASB) incluyendo una estrategia de reducción de emisión de gases de efecto invernadero con objetivos basados en ciencia; es decir, que disminuyan la emisión para cumplir con las metas establecidas en el Acuerdo de París.
Es muy importante mencionar que en este tema de Impacto positivo ESG existen distintos tonos de gris, porque algunas compañías tienen un avance mayor que otras en la implementación de estas buenas prácticas. Por ejemplo, algunas compañías ya han establecido políticas sobre temas de Inclusión y Equidad de Género, lo cual es importantísimo y ya está provocando un impacto positivo dentro de su organización, pero si no se ocupan por modificar su modelo de negocio para que sus clientes obtengan bienes y/o servicios con la misma calidad, pero a menores precios, el impacto sigue siendo limitado.

Otras empresas ya han incorporado dentro de sus políticas de Administración de Riesgos variables sociales y medioambientales lo que les ha permitido medir los impactos que tendrían fenómenos naturales como inundaciones y temblores dentro de su operación diaria. Esto produce que la compañía sea más resiliente a situaciones adversas y represente una mejor opción para invertir, a diferencia de una empresa que no ha implementado una Administración de Riesgos que incluya variables ESG, pero si la empresa todavía no ha modificado su modelo de negocio para impactar positivamente a sus clientes y no solo a sus accionistas, el impacto continúa siendo limitado.
Por último, es una muy buena noticia que México ya cuenta desde marzo del 2023 con una Taxonomía Sostenible. Dicha Taxonomía es una herramienta crucial de política financiera para lograr la sostenibilidad en nuestro país, ya que permite identificar de manera efectiva las actividades sostenibles. Además, es clave para movilizar y redirigir los flujos de capital tanto públicos como privados hacia acciones que fomenten el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas en los próximos años.
Una Taxonomía Sostenible es un sistema de clasificación que permite identificar y definir actividades, activos o proyectos de inversión con impactos medioambientales y sociales positivos, con base en metas y criterios establecidos. Su objetivo es proporcionar certidumbre y transparencia a los mercados financieros, fomentar la inversión en actividades sostenibles y dar un mejor seguimiento a los flujos de financiamiento destinados a la sostenibilidad, proporcionando mayor claridad, certeza y seguridad a los mercados con definiciones precisas y consistentes.
La Taxonomía Sostenible de México se crea con el objetivo de generar un sistema de clasificación confiable, legítimo, unificado y basado en ciencia que permita definir qué actividades económicas pueden ser consideradas sostenibles. Con ello, se busca aumentar la inversión en proyectos y actividades económicas que promuevan el cumplimiento de los objetivos medioambientales y sociales del país, así como los compromisos internacionales de México en materia de sostenibilidad. La Taxonomía también facilitará el acceso a información oportuna y fiable para fomentar la movilización de capitales hacia actividades sostenibles y reducir el riesgo de “greenwashing”. Podemos definir el greenwashing o “lavado verde”, como las actividades, comportamientos o estrategias de una empresa para hacer creer a la sociedad que realiza más acciones para proteger el medio ambiente que las que en realidad lleva a cabo.
Durante su primera etapa, la Taxonomía se enfoca en desarrollar tres objetivos principales: cambio climático, igualdad de género y acceso a servicios básicos relacionados con las ciudades sostenibles. En este sentido, la Taxonomía Sostenible de México es pionera e innovadora a nivel mundial, ya que aborda de manera directa el cuidado y protección del medio ambiente y beneficios para la sociedad. Además, la Taxonomía mexicana genera aportaciones para el diseño de métricas para medir la contribución sustancial al cumplimiento de objetivos sociales, las cuales podrán servir como referencia para el desarrollo de taxonomías sociales en otras jurisdicciones.
Por: Alberto Ratia Mendoza, co-fundador de FinSphera la primer Plataforma de Crowdfunding mexicana de impacto ESG. También es co-fundador de FintechU la primera institución educativa en América Latina enfocada al 100% en el ecosistema Fintech.
Fuentes:
Disposiciones de Carácter General en Materia Financiera aplicables a los Sistemas de Ahorro para el Retiro. Diario Oficial de la Federación 18 de septiembre del 2019.https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5572645&fecha=18/09/2019#gsc.tab=0
Consejo Consultivo de Finanzas Verdes. Evento de seguimiento a la “Solicitud hacia Emisoras respecto de divulgación de información ambiental, social y de gobierno corporativo”.https://drive.google.com/file/d/1LC108CZlrphB3QphJL3TnsDWTO9rv4Kr/view
Taxonomía Sostenible de México. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/809773/Taxonom_a_Sostenible_de_M_xico_.pdf