¿Has ahorrado en algún momento de tu vida?, ¿Tienes controlados tus gastos? ¿Qué tan endeudado estás? Sin duda alguna, este tipo de preguntas nos hacen reflexionar sobre la importancia de sanear nuestras finanzas, pero ¿en realidad sabes qué significa este concepto?

Las finanzas personales se ocupan de cómo los individuos o familias administran sus recursos a lo largo de su vida, y para ello será necesario que tú mismo establezcas determinados objetivos financieros que te permitan lograr las metas trazadas en función de las distintas áreas de tu vida; entre otras, las principales áreas que debes considerar como parte de tus objetivos son: familiar, esparcimiento, profesional, salud, académica, y financiera.
Para el logro de estas metas, será necesario que establezcas objetivos específicos, es importante que estos sean realistas y medibles, sobre todo que los puedas cumplir dentro de un plazo establecido; por ejemplo, si quisieras ahorrar una cantidad determinada al mes, deberás plantearte que dicho ahorro pueda ser alcanzable en función de tus ingresos, esto con la meta de cumplir el propósito a lo largo del tiempo.
La mejor forma de manejar tus propias cifras monetarias, entendiendo que tus ingresos pueden provenir de distintas fuentes (salario, inversiones, negocios, rentas, etcétera), será realizando tu propio presupuesto, considerando que este será un parámetro que te permita conocer tu realidad monetaria.
Ahora bien, ¿qué debes considerar al momento de hacer un presupuesto?
- Primero. Identifica gastos, tales como: vivienda (pago de renta o hipoteca), gastos fijos (agua, luz, gas, comida, internet, telefonía), otro tipo de gastos (colegiatura, créditos, transporte). Tampoco olvides tomar en cuenta aquellos que no son necesarios, pero que los realizas como parte de tus propios deseos (viajes, restaurantes, esparcimiento, etcétera).
Por lo tanto, será importante que, en el presupuesto, establezcas porcentajes tanto de gastos como de ahorro; por ejemplo: 50% en gastos necesarios para vivir, 30% en gastos personales (deseos), y 20% destinado al ahorro.
- Segundo. Tomando en cuenta que el propósito es ahorrar, deberás considerar lo siguiente:
- No ahorres montos determinados, sino porcentaje de tus ingresos (entre un 3 y 20%).
- Aumenta el ahorro por medio de ingresos extras, o bien por aumento de salario (50% del monto nuevo).
- Automatiza el ahorro.
- Oblígate a ahorrar.
- Tercero. Toma en cuenta que, para cumplir los objetivos trazados, en algún momento de tu vida tendrás la necesidad de endeudarte, sólo que este último no debe ser un fin, sino más bien un medio.
También será importante tomar en cuenta determinados factores antes de tomar la decisión de solicitar un crédito; como son: monto de pago de intereses, plazo del crédito, costo total del crédito, costos y seguros asociados al crédito.

En la Escuela Bancaria y Comercial, ponemos a la mano de nuestra comunidad todas estas recomendaciones a través de talleres sobre finanzas personales, impartidos a los alumnos de nuevo ingreso de los programas de Licenciaturas Ejecutivas, donde aprenden a gestionar de manera exitosa sus finanzas personales, y tú… ¿estás listo para hacerlo?, espero que sí.
Por: Germán Vega Laing, maestro en Educación, docente en la Escuela Bancaria y Comercial y experto en finanzas.