El peso mexicano cerró el año cotizando en 19.44881 pesos por dólar, mostrando una apreciación de 5.26% o 1 peso y 8 centavos, siendo la tercera divisa más apreciada entre los principales cruces del dólar. Se trata de la primera apreciación anual del peso desde 2019.

En el año, el tipo de cambio tocó un máximo de 21.4676 el 8 de marzo y un mínimo de 19.0401 pesos por dólar el 29 de noviembre, nivel no visto desde el 25 de febrero del 2020.
El mes con mayor volatilidad del tipo de cambio fue junio con 13.67% y el mes con la menor volatilidad fue enero con 5.50%.
El peso mexicano se depreció en: enero (-0.52%), abril (-2.81%), junio (-2.35%), julio (-1.24%) y diciembre (-0.93%) y se apreció en: febrero (+0.81%), marzo (+2.93%), mayo (+3.77%), agosto (+1.12%), octubre (+1.62%) y noviembre (+2.74%).
La divisa mexicana mostró una tendencia a la baja de manera escalonada, alcanzando nuevos mínimos en el año, seguidos de correcciones al alza. Por este motivo, no se observó una fuerte concentración del tipo de cambio en un rango en específico. Por rango, el de mayor frecuencia fue entre 19.90 y 20.10 pesos por dólar, en el cual el tipo de cambio cerró en 21.6% de las sesiones o 55 días hábiles. Contemplando un rango más amplio, el tipo de cambio cerró entre 19.80 y 20.60 pesos por dólar en 69.8% de las sesiones o 178 días hábiles.
Cabe destacar que el tipo de cambio cerró por debajo de 19.80 pesos en 20% de las sesiones o 51 días, de los cuales 39 días fueron entre octubre y diciembre.
La apreciación del peso durante el año se debió a los siguientes factores:
1) La postura monetaria del Banco de México que comenzó a subir la tasa de interés desde junio de 2021, alcanzando un nivel de 10.50% en diciembre, acumulando un incremento en el ciclo de 650 puntos base y 500 puntos base tan solo en 2022, siendo la mayor alza en registro en un solo año. En comparación, la Reserva Federal de Estados Unidos subió en el año la tasa de interés en 425 puntos base.
2) Mayores flujos de dólares por concepto de exportaciones, remesas, inversión extranjera directa y a partir del tercer trimestre, inversión extranjera de cartera.
3) Acumulación de las posiciones especulativas a favor del peso en el mercado de Futuros de Chicago.

Para 2023 se estima que el peso mexicano seguirá siendo favorecido por los flujos de exportaciones, remesas e inversión, principalmente directa. Sin embargo, se espera que los flujos crezcan a un menor ritmo, ante la desaceleración económica o recesión leve en Estados Unidos. Además, el Banco de México podría desligar su política monetaria de la Reserva Federal si esta última sube su tasa de interés por encima de 5.5%. Por lo anterior, existe el riesgo de que, en el mercado de Futuros, las posiciones especulativas nuevamente se vuelquen en contra del peso mexicano. Por último, la percepción de riesgo con respecto a México podría elevarse debido a:
- El proceso de consultas en el marco del T-MEC, que podría llevar a la imposición de medidas compensatorias en contra de México y 2) La reciente reforma electoral que podría sembrar dudas sobre la calidad de los procesos democráticos en México.

GFB

Por: Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Grupo Financiero BASE