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Tecnología para la adaptación de la información pública: cómo pueden beneficiarse los inversionistas

Tan solo hoy, durante el horario de negociación en los mercados financieros, se operarán más acciones de las que se comerciaron en todo el año en 1960. Ese vertiginoso volumen de transacciones no obedece a ninguna otra razón, más que a la implementación de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC´s) que han permitido y aumentado la integración de los mercados financieros, transformando la forma en la que se hacen negocios y se opera respecto a hace algunas décadas.

Con esta evolución hay una imperante necesidad de adaptación de la información pública disponible, en beneficio de las emisoras que recaudan mayor capital e interés de los inversionistas; quienes, a su vez, se benefician de la liquidez y la profundidad del mercado.

El teletipo y el teléfono fueron las primeras TIC que afectaron la negociación en los mercados financieros y se implementaron con el fin de reducir los costos de las transacciones. Posterior a ellos, se dio paso a las redes de comunicación electrónica hacia una estructura de negociación que hoy es más compleja, eficiente, rápida y volátil.

En este entorno complejo, surgen los «Quants», operadores con formación matemática que analizan datos globales en búsqueda de las mejores oportunidades y que son capaces de automatizar las operaciones. Estos nuevos actores son responsables de más de 60% de la negociación de los mercados, por lo que desempeñan un papel fundamental en la transformación del negocio de las Bolsas de Valores, las cuales han transitado a un modelo tecnológico y de servicios de información disponible para el público inversionista. Con esta evolución, las Bolsas que inviertan en tecnología de la información se encuentran varios pasos adelante de sus competidores, ya que reconocen que poner estos servicios a disposición de los inversionistas supone una gran mejora para los tomadores de decisiones y para los administradores de activos con varios billones de dólares bajo administración.

En contraste, con este cambio de paradigma, hay una brecha muy importante en las empresas y emisoras públicas a nivel global que no necesariamente están trabajando con la idea de ‘no solo reporto resultados para que los lea un humano, sino para que los interprete una máquina’ y que no se están adaptando a las técnicas para “hablar» con estos sistemas.

Tal y como sucede en los mercados más desarrollados, las áreas de información de las Bolsas han acelerado esfuerzos para que las compañías preparen la información que están obligadas a compartir y que pueda ser leída por estos robots inteligentes y automatizados.

Por ello, se abre un área de oportunidad para los departamentos de relación con inversionistas, para el Deep Digital Business y directivos de las emisoras, a fin de que sus eventos relevantes puedan ser reinterpretados a la velocidad que el mercado demanda, en beneficio de la liquidez y la captación de assets que beneficien a la compañía.

En general, es normal que la automatización se enfrente a la resistencia: esto no es una sorpresa. Sin embargo, hoy vemos que se está produciendo un movimiento general hacia estrategias híbridas, en las que los gestores utilizan tanto los sistemas cuantitativos como la negociación discrecional para obtener ventajas de inversión en su búsqueda de valor.

De lo que tampoco queda duda es del avance tecnológico que ha impreso la denominada cuarta revolución industrial, que está cambiando fundamentalmente a la economía, a la sociedad y a la forma de hacer negocios alrededor del mundo.

Por: Adolfo Corujo, CEO de Deep Digital Business en LLYC

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