La construcción de portafolios es única para cada inversionista, esta debe elaborarse de acuerdo con los objetivos y tolerancia al riesgo que tiene cada uno. Sin embargo, hemos notado ciertas tendencias o patrones que muchos inversionistas mexicanos siguen al momento de construir sus portafolios de inversión. Una pregunta muy importante que surge de esto es, ¿seguir las tendencias o hacer lo que la mayoría está haciendo es lo ideal para mis inversiones?
Antes de responder a esta pregunta, es importante establecer que nosotros creemos que para tener éxito en las inversiones es importante enfocarse en 4 principios básicos:
- En primer lugar, tener bien definido nuestro objetivo a la hora de invertir, una meta que sea alcanzable y podamos medir. También es importante definir aquí el horizonte de inversión. Cuánto tiempo estimo podre mantener el portafolio invertido y si tendré depósitos o retiros.
- Buscar optimizar los costos de implementación, tanto de ejecución como de administración de los productos que se utilicen. A menor costo mayor será el rendimiento obtenido, todo lo demás constante.
- Ser disciplinados y enfocarnos en el largo plazo. Ser constante y mantener el rumbo ayudará a acercarnos cada vez más a nuestros objetivos.
- Por último, debemos tener una asignación de activos adecuada de acuerdo con nuestro perfil de riesgo y diversificada en múltiples mercados, clase de activos y sectores; de esta manera, equilibramos nuestro portafolio de tal manera que, si una porción del mismo no se está desempeñando de manera favorable, hay otra parte que puede compensar esa baja y proteger el valor del portafolio.
Si bien estos principios parecen sencillos, cada uno tiene características muy particulares que como inversionista hay que trabajar y perfeccionar. Ahora, para poder responder la pregunta inicial de este texto, nos enfocaremos un poco más en el cuarto punto a través de una comparación entre las tendencias o sesgos de inversión que detectamos en México contra cómo creemos que debería ser el camino hacia nuestras metas financieras.

Diversifica el riesgo y maximiza tus ganancias
Una de las tendencias más marcadas que hemos notado en los inversionistas es el sesgo que tienen hacia ciertos mercados accionarios. Por ejemplo, según nuestro estudio Wealth Management Portfolio Trends 2021, muchos inversionistas inclinan sus inversiones significativamente hacia renta variable estadounidense, asignando cerca de un 80% del total de su portafolio de renta variable a este mercado.
Si bien el mercado estadounidense es uno de los mercados más grandes y recientemente ha tenido un muy buen desempeño, sesgar tanto un portafolio hacia una clase de activo específica, puede no ser la mejor idea.
Tener un portafolios muy inclinado hacia cierto tipo de activos hace que se pierda el valor de la diversificación y tus inversiones sean más propensas a la volatilidad y a eventos impredecibles que afecten a los mercados. Algo así como la pandemia o el reciente conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Las apariencias engañan
Otra tendencia que hemos notado es la sobreexposición a ciertas temáticas o sectores muy particulares. Muchas veces los inversionistas inclinan sus portafolios hacia un sector ya sea porque han tenido retornos sobresalientes en el corto plazo o por una simple inclinación personal hacia cierta industria. Tienen un buen número de acciones distintas, pero todas del mismo sector y que normalmente son dependientes de los mismos factores (muchas veces impredecibles) para su desempeño óptimo.
Ni muy muy, ni tan tan
Ya hemos establecido que, sobre exponer un portafolios a un solo mercado o sector en particular, reduce el valor de la diversificación, pero ahora revisemos el extremo opuesto, ¿qué pasa cuando hacemos una “sobre diversificación?
Y es que otra de las prácticas que siguen muchos inversionistas en México es tener demasiados instrumentos de inversiones (ETFs, bonos, acciones, etc.), esto bajo el supuesto de estar muy diversificado y así proteger sus inversiones. Sin embargo, esto hace que el portafolio sea más difícil de administrar. Disminuir el número de posiciones en un portafolio puede traer beneficios tanto operativos o de administración, como en reducción de costos al disminuir la cantidad de comisiones que se tienen que pagar.
No es necesario comparar demasiados productos para lograr una diversificación apropiada, incluso un solo ETF puede exponerte a cientos o miles de acciones o bonos de distintos países y sectores.

¿Seguir las tendencias es lo ideal para mis inversiones?
Como establecimos al comienzo de este texto, la construcción de portafolio es única para cada inversionista y debe elaborarse de acuerdo con los objetivos y tolerancia al riesgo que tiene cada uno. Es por ello por lo que desde Vanguard creemos que seguir ciegamente una tendencia de inversión porque “está dando los mejores rendimientos” puede no ser la mejor de las ideas.
En nuestra opinión, la única tendencia que vale la pena seguir es la siguiente:
Tener bien establecido un objetivo de inversión y construir una estrategia de inversión enfocada en lo que sí podemos controlar como: optimizar los costos de implementación, ser disciplinados, enfocarnos en el largo plazo, y tener un portafolio bien diversificado y equilibrado.
Como nuestro fundador, John Bogle, decía, “el mayor enemigo de un buen plan es el sueño de un plan perfecto”.
Las opiniones expresadas son a la fecha del artículo y pueden cambiar a medida que varíen las condiciones subsecuentes. El artículo puede incluir información que contenga proyecciones a futuro, que no son de naturaleza puramente histórica.
El contenido y las opiniones expresadas en el artículo reflejan las opiniones del autor, que pueden diferir de las de Vanguard y sus subsidiarias.
Por: Pablo Bernal, Head of Wealth Management Business Development para América Latina en Vanguard.