La ratificación de la calificación HR BBB+ (G) y la modificación de la Perspectiva de Negativa a Estable están respaldadas por una política macroeconómica sólida, la prudencia observada en las finanzas públicas en los años recientes y una deuda pública a PIB en mejores niveles a los proyectados en la revisión anterior.
La actual calificación considera los esfuerzos realizados durante 2021 para mantener los balances fiscales estables, como resultado del fortalecimiento de los ingresos tributarios y gracias a la política implementada para combatir la evasión fiscal; además, consideramos la trayectoria prudente en el ejercicio del gasto, que ha limitado el endeudamiento en niveles similares a lo programado.

La modificación de la Perspectiva de Negativa a Estable tiene como sustento la evolución de nuestra métrica de deuda neta soberana, en la cual HR Ratings estima que se ubique en los próximos años por debajo de las expectativas de la revisión anterior.
Otros factores considerados en la calificación son el nivel históricamente alto en las reservas internacionales, la ratificación de la Línea de Crédito Flexible por parte del Fondo Monetario Internacional, la relativa estabilidad cambiaria, el importante nivel de remesas observadas en los últimos dos años, así como la mayor certidumbre que aporta a la inversión privada la conclusión del proceso en términos de la propuesta de Reforma Eléctrica.Es importante recordar que el atributo de Perspectiva se refiere a que un movimiento se materialice en los próximos doce meses; esto significa que, a pesar de que aún se ven retos importantes, por ejemplo, en términos de crecimiento y en el control de la inflación, no parecería que habría mayores elementos de riesgo para los indicadores macroeconómicos.
Desde el punto de vista macroeconómico, el crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) de 2021 estuvo en línea con lo estimado en nuestro último reporte de Calificación Soberana de México 2021 (4.8% observado vs. 5.0% esperado). Para 2022, estimamos un crecimiento de 2.20% real anual, mientras que, para el largo plazo, prevemos una convergencia hacia el 2.0% real anual promedio.
Del lado de la política fiscal, el déficit presupuestario de 2021 se ubicó en 0.35% del PIB (vs. -0.12% estimado). Adicionalmente, el nivel de deuda neta se ubicó en 46.4% del PIB respecto al 48.0% estimado, derivado de varios efectos como un mayor nivel de inflación, que provocó que el endeudamiento neto relativo como porcentaje del PIB mostrara un mejor resultado al esperado. Para 2022, estamos estimando que la deuda neta se ubique en 47.2% de PIB, lo que, a pesar de reflejar un avance respecto al cierre del año anterior, muestra un menor nivel respecto a nuestra estimación previa de 48.8% del PIB.
Respecto a los ingresos presupuestarios, HR Ratings reconoce el esfuerzo de la Administración por aumentar los ingresos tributarios por medio del combate a la evasión fiscal; sin embargo, esperamos un deterioro en los ingresos relacionados al IEPS de combustibles debido a la eliminación del impuesto cobrado por parte del Gobierno Federal y al estímulo adicional aplicado para contener los altos precios de los energéticos a nivel global. En este sentido, consideramos que los ingresos presupuestarios en 2022 se ubicarán en 23.3% del PIB, lo que refleja una mejora desde el 22.7% observado en el año anterior.

El escenario actual considera el aumento en los ingresos petroleros, tanto de Pemex como del Gobierno Federal debido al alto precio internacional del petróleo crudo, lo cual en términos netos beneficiaria los ingresos presupuestarios. Del lado del gasto, nuestras estimaciones ubican al gasto presupuestario en 26.3% del PIB, lo que implica una revisión al alza desde el 25.4% estimado anteriormente. Esto es efecto de los mayores ingresos esperados durante el año. Además, es importante considerar que esperamos un incremento en el costo financiero por los mayores niveles de tasas de interés.
Respecto a Pemex, consideramos una mejora en su balance financiero para 2022 que se traducirá en un superávit de 0.82% vs. 0.25% del PIB al cierre de 2021, resultado de mayores ingresos respecto a lo programado y que anticipamos continuarán en el horizonte de proyección por una mejora en su plataforma de producción de crudo y de elaboración de petrolíferos, aunque moderadamente menor a lo establecido en la última actualización de su plan de negocios.
Desde luego, persisten riesgos en el horizonte que podrían cambiar la Perspectiva o la Calificación Soberana de México. Entre los principales riesgos a la baja destacan: (i) el deterioro en el corto plazo del ambiente político, que afecte la fortaleza institucional, y que tenga un potencial impacto sobre las expectativas de crecimiento económico, comportamiento fiscal y la inversión privada; (ii) niveles por encima de las expectativas de inflación de HR Ratings, las cuales consideran un nivel promedio en 2022 de 6.47% y que estas, a su vez, aplacen la convergencia de la inflación al rango objetivo en el mediano plazo; (iii) mayores presiones a las esperadas en las finanzas de Pemex y la CFE, derivado de dificultades en el inicio de operaciones de la refinería de Dos Bocas o cualquier otro factor que incremente la necesidad de mayores apoyos a los estimados por parte del Gobierno Federal, traduciéndose en el crecimiento de los déficits esperados; y finalmente, (iv) mayores déficits en la cuenta corriente, producto de un menor crecimiento en las remesas y menores niveles de exportación, consecuencia de las afectaciones en las cadenas de suministro y de un balance petrolero deficitario.
Asimismo, se determinan los factores que podrían subir la calificación: (i) un mayor dinamismo en los sectores de la actividad económica, especialmente el de servicios, el cual fue el más afectado por el impacto de la pandemia; (ii) mayor certidumbre de políticas internas que brinden mayor confianza hacia el sector privado, promoviendo un mejoramiento en el clima de inversión y permitiendo un mayor crecimiento económico al esperado; y finalmente, (iii) cumplimiento de las metas establecidas en producción y elaboración de productos petrolíferos refinados por parte de Pemex, lo que reduciría presiones al Gobierno Federal y, por lo tanto, un mejor comportamiento fiscal.
Por: Departamento de análisis de HR Ratings
*Este análisis no representa una recomendación de inversión.