Como seguramente has escuchado, en los últimos meses el mundo se encuentra en un escenario inflacionario muy elevado a consecuencia de diversos factores, entre los que destacan la recuperación económica posterior a la crisis por la pandemia del Covid-19, la escases de semiconductores, los retrasos en las cadenas de suministro, los elevados precios de los combustibles y reciente también, la invasión a Ucrania por parte de Rusia, la cual ha presionado aún más los ya elevados precios del petróleo y gas natural.
Lo anterior, ha motivado a los bancos centrales del mundo a restringir su oferta monetaria a partir de incrementos en sus tasas de interés de referencia, con la finalidad de desincentivar el crédito y el consumo y fomentar el ahorro. Por ejemplo, el Banco de México ha incrementado su tasa de interés de referencia de 4% que estaba en junio del 2021, a 6.50% actualmente y con expectativas de mayores aumentos en los próximos meses.

Así mismo, la Reserva Federal de los Estados Unidos acaba de realizar su primer aumento en la tasa de referencia en más de 3 años, pasando de 0.25% a 0.50%. De igual forma, el mercado espera que la FED continúe con este ciclo alcista en sus próximas revisiones en un esfuerzo por controlar las presiones tan elevados en los precios que mostraron una inflación del 7% en el año 2021, lo cual no se había visto en Estados Unidos en más de 4 décadas.
Estos incrementos en las tasas de interés han desatado la volatilidad en diversos instrumentos del mercado financiero mundial, las Bolsas en Estados Unidos se encuentran en terreno negativo en lo que va del año, mientras que el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores recientemente marcó un nuevo máximo histórico por arriba de las 55,000 unidades. De igual forma, el peso mexicano se ha fortalecido en las últimas semanas, incluso rompiendo la barrera psicológica de los $20.00 pesos por dólar.
Por otro lado, las tasas de rendimiento de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos muestran un aplanamiento en la curva con subidas pronunciadas en la parte corta y media (2 años a 10 años), reflejando las expectativas del mercado de que la FED continuará subiendo agresivamente sus tasas en los próximos meses. De igual manera, las tasas de rendimiento de los Bonos M en México han experimentado un movimiento similar de aplanamiento en la curva.

Todo parece indicar que la volatilidad del mercado permanecerá y que los bancos centrales continuarán con la difícil tarea de contener la inflación haciendo uso de todas sus herramientas de política monetaria con las que cuenten, lo cual puede tener un impacto negativo en el crecimiento de las economías. Es preciso recordar que el objetivo prioritario del Banco de México es el de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y de esta forma, contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos.
Con este tipo de instrumentos, puedes asegurar el precio de compra o venta de cierto activo, transformar un crédito de tasa variable a tasa fija o viceversa, adoptar estrategias direccionales en los tipos de cambio, índices bursátiles y acciones, así como especular en los futuros aumentos o decrementos que pueden existir ante la volatilidad del mercado.
Recuerda que el buen uso de los derivados te servirá para administrar y mitigar riesgos y tener certidumbre de los flujos de efectivo futuros en tus portafolios de inversión. Úsalos para tu beneficio y como siempre te digo:

Por: Aron Brener,
Subdirector de Servicios Transaccionales Mercado de Derivados