Han pasado casi un par de décadas desde la última transacción de mercado y seguro tan solo un par de minutos desde que alguien pidió una copa de vino o compró algún accesorio Fashion en The Royal Exchange de Londres.
Fundada en el siglo XVI por el comerciante Thomas Gresham, considerado el padre de la banca inglesa, la exbolsa de comercio fue el primer centro bursátil de la ciudad londinense diseñado exclusivamente para el comercio de acciones. La inauguración oficial corrió a cargo de la Reina Elizabeth quien le otorgó un título real y la licencia para vender alcohol.

La historia cuenta que su diseño se inspiró en la Bolsa de Amberes, el centro financiero más antiguo del mundo donde Grensham fue un consejero del gobierno inglés que apoyó al Rey Enrique VIII en las dificultades financieras del imperio y con frecuencia fue empleado en misiones diplomáticas, lo que le ganó el título de caballero, en recompensa a sus servicios recibió del Rey cuantiosas donaciones de tierras.
Hoy en día, The Royal Exchange alberga tiendas de moda, restaurantes, joyerías y hasta puede alquilarse para eventos como una boda con hasta 200 asistentes.
A lo largo de su historia el edificio pasó por transiciones arquitectónicas e incluso ha sufrido un par de incendios y ha sido reconstruido el mismo número de veces. Junto con el Gran Incendio en 1666, que devastó un tercio de la ciudad, el edificio de comercio fue destruido y tres años después una segunda edificación fue construida por Edward Jerman, la cual prosperó entre los comerciantes y operadores de aquel entonces.
Casi dos siglos después, un segundo incendio aparentemente causado por una estufa de una oficina contigua de Lloyd´s destruyó el edificio en 1838.
El actual edificio diseñado por Sir William Tite e inspirado en el panteón de Roma, fue inaugurado en 1844 por la reina Victoria. Como edificio emblemático de la humanidad The Royal ha vivido momentos históricos como la Segunda Guerra Mundial, evento que lo orilló a cerrar sus puertas y que tras el estallido de esta la operación fue suspendida.
The Royal Exchange sobrevivió, aunque por los daños causados por los bombardeos durante el Blitz se orilló a que los operadores se mudaran dejando el edificio en desuso.
En la década de 1980, The Royal Exchange regresó brevemente a su pasado bursátil cuando se instaló la Bolsa de Futuros de Londres. Durante este tiempo, se reemplazó el techo victoriano en descomposición y se agregaron dos pisos de nuevas oficinas.
Como ha sucedido con otros centros financieros que alguna vez vivieron el vaivén del mercado, la visita a The Royal Exchange, ubicado en el corazón de la ciudad, se ha vuelto obligada en Londres y un centro en constante evolución y hogar de una arquitectura impresionante.
La historia de las Bolsas de Valores cuenta con más de 500 años de antigüedad desde el primer mercado de Amberes en 1460. En las últimas décadas el intercambio comercial ha sufrido transformaciones, sobre todo tecnológicas, por lo que los tiempos, las distancias y las fronteras han dejado de ser obstáculos en el mundo bursátil.
