Después de 18 meses de pandemia por el virus de COVID-19, continúan las publicaciones, noticias, debates, opiniones, críticas y propuestas para mitigar el efecto de los despidos masivos, el cierre de empresas, los ajustes en las tasas de interés, la crisis económica de nuestro país y mundial, derivados del confinamiento por la emergencia sanitaria.
En torno a ello, se manejan términos como: el ejercicio anticipado del presupuesto, la administración de recursos, la generación de liquidez en el mercado que permita el consumo, con el consumo la producción, con la producción las ventas, con las ventas ingresos y con los ingresos, la generación de empleos; por ello algunos analistas recomiendan consumir y otros recomiendan ser cautelosos en el consumo.

Al final, cada uno debe tomar medidas en función de su estatus en ingresos y pasivos, del impacto del tipo de cambio y tasas de interés; porque el primer paso para enfrentar la crisis es colocar en la mesa la situación particular de cada uno, no sólo de los grandes corporativos, también de las micros, pequeñas y medianas empresas, y de las personas físicas.
Es favorable y acertado que el gobierno anuncie medidas que van a mitigar los efectos de la crisis, pero el trabajo de los encargados de finanzas en las empresas es buscar el mejor camino para allanar la crisis en función del tipo de cada una de ellas. A algunas empresas les afecta el incremento en el tipo de cambio porque tienen pasivos en dólares, pero a quienes exportan les está generando un mayor ingreso. Quienes ahorran ven con buenos ojos el incremento en las tasas de interés, pero quienes tienen pasivos ven incrementar sus deudas paralelamente con las tasas de interés.
El INEGI presenta resultados de la encuesta sobre el impacto generado por el COVID-19 en las empresas (ECOVID-IE), tercera edición[1]:
- La ECOVID-IE estima que, de 1,873,564 empresas en el país, el 85.5% tuvieron alguna afectación a causa de la pandemia.
- La disminución de los ingresos fue el principal tipo de afectación que reportaron 73.8% de las empresas.
- 16.6% de las empresas aplicaron cierres temporales o paros técnicos.
Mientras todo esto ocurre en la macroeconomía, las personas físicas que hoy se enfrentan a problemas de liquidez, deben tomar medidas para el futuro como una forma de aprendizaje y plantearse ¿Cómo enfrentar desde su propia perspectiva el impacto de la crisis?
Inversión en la época del COVID-19
La inversión en el Mercado de Valores representa una forma para enfrentar crisis económicas a partir de la oportunidad que hoy se tiene de constituir un fondo para emergencias, ya que no tenemos certeza de cuándo puede presentarse una situación que conlleve la necesidad de contar con flujo de efectivo para imprevistos.

Hoy en día, abrir un contrato de intermediación con las Casas de Bolsa es relativamente sencillo y rápido, con él se tiene acceso a diferentes valores para la constitución de carteras de inversión y se deberá buscar un equilibrio en el riesgo y el rendimiento.
Los servicios de Wealth Management que ofrecen las instituciones financieras, coadyuban a constituir el fondo de emergencia, ya que, a través de sus especialistas financieros, se toman las decisiones de inversión en función del perfil de riesgo del inversionista, buscando siempre poder alcanzar el objetivo planteado por el cliente.
No obstante, de todas las consecuencias que está dejando la pandemia, esta debe ser tomada como una oportunidad para incrementar la cultura de inversión en las personas, para fijar objetivos de inversión y apoyarse en especialistas que ayuden a alcanzarlos, y de esta manera sea más sencillo soportar las crisis que puedan presentarse en el futuro, al contar con recursos financieros que brinden la capacidad de afrontar necesidades de operación y de vida.
[1] https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ECOVID-IE_TercEdi.pdf
Por: Mtro. Leopoldo Figueroa Navarro, certificado en Finanzas por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos y Docente de la EBC Campus Ciudad de México