pleca-transparente.fw

La recuperación económica mundial está siendo heterogénea

Según INEGI, la estimación oportuna del PIB de México del 1T-21 cayó -3.8%, en comparación con el mismo periodo de 2020 (a/a), sumando ocho trimestres consecutivos en terreno negativo. Con ello, la economía registra el periodo más largo de caídas anuales desde 1980, año en que inicia la serie histórica.

Si bien el dato fue peor a la contracción esperada por el consenso de analistas de -3.1%, implica una continuación del buen dinamismo observado en los dos trimestres previos, al observarse descensos cada vez menores. Sobre todo, considerando que el trimestre reportado tenía una distorsión a la baja en comparación con el de 2020, pues el año pasado: i) fue bisiesto; ii) el periodo vacacional por Semana Santa cayó totalmente en abril y en este abarcó los últimos días de marzo; y, iii) la base de comparación anual era más alta, pues en enero y febrero la pandemia no había llegado a México. Con cifras ajustadas por estacionalidad, que corrigen los dos primeros factores, el PIB únicamente disminuyó 2.9% a/a.

De manera secuencial y con cifras desestacionalizadas, el PIB aumentó 0.4% respecto al 4T-20 (t/t), superior al estimado de 0.1%. Con ello hila tres trimestres consecutivos de recuperación y acumula un crecimiento de 16.5% en comparación con el 2T-20, periodo en el que la economía se desplomó 18.7%. Aun con los buenos resultados de los últimos meses, el PIB de México se encuentra por debajo de su nivel pre-Covid, en 4.1%. Si la recuperación mantuviera el dinamismo del 1T-21, sería hasta el 4T-23 cuando la economía alcanzaría el tamaño que tenía antes de la pandemia. Por sectores, el de Servicios fue el único que creció (-0.7% t/t); mientras que el Industrial permaneció sin cambios y el Agropecuario disminuyó (1.3% t/t).

Por otra parte, la economía estadounidense creció 6.4% a tasa trimestral anualizada en el 1T-21, luego de una expansión de 4.3% del 4T-20, superando ligeramente las expectativas del mercado con un repunte de solo 6.1%. Dentro de sus componentes, destacaron los aumentos en el gasto de consumo personal (principalmente en automóviles y servicios de hospitalidad), la inversión fija no residencial (destaca el gasto de los negocios en equipo y software), el gasto del Gobierno Federal, la inversión fija residencial y el gasto de los gobiernos estatales y locales, todos apoyados por la tercera ronda de estímulos económicos y la aceleración de las campañas de vacunación. En contraste, en este periodo se presentaron disminuciones en la inversión en inventarios privados, reflejando principalmente la reducción en los inventarios de minoristas y las exportaciones. Además, en el sector externo, las importaciones que restan crecimiento del PIB aumentaron. Durante este periodo, gracias a la recuperación del mercado laboral y la apertura de más sectores de la economía, el ingreso personal creció en 59% t/t y la tasa de ahorro personal aumentó a 21%. En el corto plazo la economía de EE.UU. continúa dando señales de que podría experimentar el mejor desempeño de los últimos 40 años gracias al continúo apoyo de la política fiscal y el compromiso de la Reserva Federal con su política ultra acomodaticia.

Finalmente, la economía de la Eurozona se contrajo 0.6% t/t en el 1T-21, un poco menos de las previsiones de los analistas que esperaban una contracción del 0.7%. Con ello, el bloque entró en una recesión al reportarse una caída del PIB por segundo trimestre consecutivo, ya que las medidas de confinamientos por el COVID-19 continuaron golpeando la industria de Servicios. Entre las economías más grandes del bloque, el PIB de Alemania se contrajo más de lo esperado en 1.7% t/t en este periodo. Sin embargo, superó las proyecciones de los analistas con una reducción de solo 3.3% a/a. En comparación con el mismo trimestre de 2020, el PIB de la Eurozona cayó 1.8%, reduciendo la caída anterior de 4.9%.

Por: Janneth Quiroz, Subdirectora de análisis económico de Grupo Financiero Monex 
Contacto

Comparte esto:
Últimas Noticias