Hace algún tiempo, se consideraba al sector de Bienes Raíces como el epítome del capitalismo, sin embargo, hoy vemos que la tendencia se dirige hacia el lado opuesto. Ninguna sociedad puede ser sostenible en el tiempo sin los Bienes Raíces.
La clave está en cómo son diseñados, construidos, operados y desmantelados estos activos. Si se hace con una visión de largo plazo, teniendo en cuenta criterios sociales, de seguridad, salud, Derechos Humanos, eficiencia de energía, agua, menor generación de residuos, ruido y con materiales locales, puede ser la diferencia para que el impacto de los Bienes Raíces sea un beneficio para el país o un costo para el mismo.

El problema se genera cuando queremos que los activos de Bienes Raíces generen retornos en el corto plazo, tanto en la infraestructura física como en los mercados. La visión de largo plazo es esencial y clave para que el retorno social, ambiental y financiero lleguen a un máximo, se necesita tiempo. El hecho de que los mercados internacionales y recientemente los inversionistas locales le den un mayor peso a los criterios ASG en sus modelos de inversión, ha ayudado a impulsar estos temas en el sector y a que no sólo seamos las organizaciones grandes las que implementemos esto, sino que se permee en toda la cadena de valor.
Esta es la visión y modelo de negocio que nos rige en Fibra Uno (FUNO). Al ser la organización inmobiliaria más grande de América Latina, tenemos no sólo una responsabilidad, sino un compromiso social de elevar los estándares en materia ASG (Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo) porque creemos que es el camino correcto, y al hacerlo nosotros, la industria por sí misma seguirá la tendencia. El número y tipo de activos que operamos, así como nuestra presencia en todo el país, hace que los impactos y beneficios que tenemos como organización sean grandes, por lo tanto, podemos acceder a modelos de financiamiento especial.
No es lo mismo el beneficio social de un centro comercial, al de un hospital, un hotel o una escuela; sin embargo, los tres son indispensables; en los tres se generan trabajo, derrama económica y en cada uno hay beneficios sociales particulares que contribuyen a que la comunidad tenga espacios de esparcimiento, acceso a servicios médicos, turismo y por su puesto la tan indispensable educación. En FUNO invertimos, desarrollamos y operamos todos estos tipos de activos.

Tampoco son iguales los riesgos ambientales que enfrentan una nave industrial en Chihuahua a un edificio de oficinas en Monterrey, o un hotel en Yucatán. Cada uno requiere una estrategia de prevención y mitigación diferente, frente a acontecimientos como la escasez de agua, inundaciones, huracanes, temblores, entre otros. En FUNO estamos presentes en todos estos tipos de activos.
El reto es grande, actualmente somos de las pocas organizaciones a nivel global y la única de bienes raíces en México que cuenta con un análisis de vulnerabilidad frente al cambio climático. Esto significa que sabemos los riesgos que van a enfrentar nuestras propiedades en el mediano y largo plazo, y nos permite planear sobre las modificaciones y cambios en las estructuras que requieren nuestras propiedades para poder enfrentar mejor las sequías, los huracanes, las tormentas tropicales e incluso si el nivel del mar sube e inunde nuestras costas. Esta herramienta de análisis de riesgos de cambio climático también la utilizamos para evaluar nuestras decisiones de inversión antes de adquirir un activo.
Para los mercados, esto se traduce en menores riesgos y mayor seguridad de que su inversión no sólo se mantendrá, sino que crecerá en el tiempo.
El impacto social de nuestras propiedades va más allá de tener propiedades ambientalmente amigables; también tenemos un rol activo en promover la diversidad y eliminar barreras para la inclusión de todos los grupos; pero uno de los más evidentes es el de las personas con discapacidad. En FUNO hemos trabajado activamente por transformar paulatinamente nuestras propiedades para permitir una mejor movilidad y por integrar en nuestro equipo de trabajo a colaboradores con discapacidad.
Para nosotros el enfoque social y ambiental es una oportunidad del negocio, sabemos que ya es un valor agregado para muchos de nuestros inquilinos, una comparativa de nuestros datos en edificios dentro del mismo corredor nos muestran lo siguiente: Un edificio LEED consume 9% menos de energía, 12% menos de agua y tiene una renta promedio más alta que los no certificados[1].

Los temas ASG iniciaron en muchos casos como un cumplimiento de la normativa legal, en otros como una parte de la filantropía en la organización, pero desde hace unos años, hemos visto que se ha vuelto clave en el modelo de negocio de las empresas y organizaciones. 2020 demostró qué empresas tenían un modelo ASG maduro y quienes solo lo hacían por moda o compromiso.
La pandemia causada por el virus de COVID-19 puso sobre la mesa la radical importancia del compromiso social de las empresas con un enfoque clave en la salud y el bienestar de las personas; en países en desarrollo como México, esto fue aún más relevante puesto que el sector privado también jugó un rol en las actividades de apoyo social y el financiamiento de iniciativas para apoyar a las comunidades. Para el sector de Bienes Raíces, se volvió clave que la infraestructura y los activos físicos pudiera garantizar estándares de bienestar y salubridad por encima de las normativas.
Para el Sector de Bienes Raíces vemos 4 temas ASG con crecimiento exponencial y son: (1) los efectos y riesgos derivados del cambio climático, que pueden significar en el lado negativo, pérdidas importantes y en el lado positivo oportunidades de negocio; (2) la ciberseguridad; (3) la protección a los Derechos Humanos y nuestra responsabilidad de respetarlos no sólo al interior de las organizaciones sino también a través de nuestra cadena de valor; (4) accesibilidad en los inmuebles que permitan la inclusión de grupos vulnerables y minorías.
Vemos un futuro muy prometedor para FUNO, con un mercado mexicano en crecimiento, del cual sin duda seremos partícipes como lo hemos sido hasta ahora y en donde los temas de ESG serán cada vez más un elemento clave en el juego; y en el que estamos convencidos de que seguiremos a la vanguardia, impulsando al sector en México y Latinoamérica.

[1] Estos datos fueron calculados utilizando únicamente propiedades FUNO; ubicadas en el mismo corredor Reforma-Santa Fe; para que fueran métricas comparables en términos de variables como temperatura, humedad, regulación y legislación, así como métricas de mercado.
Por: Fideicomiso Fibra Uno
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