Tras la aprobación del segundo paquete de estímulos económicos en EE.UU. por $900 mil millones de dólares a finales de 2020, muchos sectores de la economía se quedaron sin el apoyo necesario para continuar recuperándose tras el impacto de la pandemia. Por ello, luego de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, aumentaron las expectativas de los actores económicos sobre la propuesta de un nuevo paquete de estímulos fiscales, la cual fue anunciada por un monto de $1.9 billones de dólares al cierre de la primera quincena de enero.
Dicho proyecto incluye cheques de pagos directos a los hogares por $1,400 dólares, aumento de los beneficios al desempleo por $400 dólares a la semana hasta septiembre y fondos para el sistema de vacunación. Además, Biden incluyó $350 mmd en financiamiento para los gobiernos locales y estatales y un incremento del salario mínimo a $15 dólares por hora. Estos dos últimos han sido los puntos más álgidos en las discusiones bipartidistas en el Congreso.
Ante la resistencia que han mostrado algunos legisladores republicanos al proyecto de Biden, los líderes demócratas en ambas cámaras decidieron utilizar el mecanismo de reconciliación presupuestaria. Este les permitirá aprobar la ley por mayoría absoluta y sin el apoyo de sus colegas republicanos, gracias al voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris.

En los últimos días, los demócratas se enfocan en la preparación del proyecto de ley de estímulos y se espera que pueda ser aprobado esta semana, antes de que venzan los beneficios adicionales al desempleo anteriores al 14 de marzo.
Este escenario ha alimentado las expectativas de una recuperación económica más acelerada respecto a la que se tenía prevista. Ello, a su vez, ha impulsado los precios internacionales de las materias primas, provocando que varias alcancen niveles no vistos desde hace varios años, alimentando las expectativas de presiones inflacionarias y nuevos máximos en los rendimientos de los bonos de largo plazo. Así, los bonos del Tesoro se han recuperado desde finales de enero y recientemente sus rendimientos alcanzaron el 1.39%. Por su parte, la brecha entre los rendimientos a 5 y 30 años tocó el nivel más alto en más de seis años hace algunos días, lo que también refleja las expectativas de los inversionistas de una fuerte recuperación económica.
Al respecto, de acuerdo con declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ante el Congreso, la política monetaria ultra acomodaticia se mantendrá hasta que la recuperación económica de EE.UU. alcance las metas del banco central. En particular, Powell reafirmó el compromiso de la Fed de mantener sin cambios la tasa de los fondos federales y el ritmo de su programa de compra de activos, resaltando que la economía estadounidense aún necesita de estos apoyos. Además, dijo que la inflación aún no representa un riesgo para la economía y que las recientes presiones al alza en los rendimientos de los bonos del Tesoro y los precios de las materias primas responden a las altas expectativas de recuperación económica y no a una demanda real.
En las próximas semanas los inversionistas seguirán de cerca las declaraciones de los funcionarios del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, buscando pistas que avecinen cualquier cambio de timón en la conducción de la política monetaria de la economía más grande del mundo.

Por: Janneth Quiroz,
Subdirectora de análisis económico de Grupo Financiero Monex
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