Los temas de inclusión financiera son de suma importancia, ya que la riqueza de una nación se recarga de manera relevante en el ahorro y la inversión de los entes económicos que la componen, es por ello que, mientras más personas conozcan el proceso mediante el cual, tanto los consumidores como los inversionistas financieros, logran un mejor conocimiento de los diferentes productos, sus riesgos y beneficios a través de la información o instrucción, podrán desarrollar habilidades que les permitan una mejor toma de decisiones, lo que deriva en un mayor bienestar económico para ellos y todos los demás.
En el país existe un esfuerzo muy puntual en fortalecer la educación financiera y esto no solo está representado por la política nacional de inclusión financiera que fue implementada en marzo del 2020 en la que, por ejemplo, ya se permite que jóvenes con edad de 15 años puedan abrir una cuenta bancaria de mutuo propio y si es más joven, mediante la solicitud de sus padres o tutores. Asimismo, existe ya un plan de alfabetización financiera para los niveles de educación básica del país.
La inclusión financiera en México ha avanzado en los últimos años. Esto es, la población adulta (de 18 a 70 años) que tiene al menos un producto financiero, ya sea una cuenta, un crédito, algún seguro o ahorro del 2012 al 2018 pasó de 56% a 68% (ver Gráfica 1). Por otra parte, la ENIF (Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de la CNBV) revela que el nivel de ingreso es la principal razón para no estar incluido financieramente. El 53% de la población adulta afirma que los ingresos son insuficientes siendo la razón principal para no tener una Afore, 33% para no tener una cuenta, 25% un seguro y 23% para no adquirir un crédito. Adicionalmente, la población tiende a asignarle poco valor a los servicios financieros formales, debido a que la segunda razón para no contar con éstos es el desinterés o la falta de necesidad de ellos.

Sin embargo, en lo que se refiere a la tenencia de cuentas, México se encuentra rezagado con respecto a países con un nivel de ingreso similar, como Colombia, Brasil y Chile (ver Gráfica 2) (Banco Mundial, 2018). La diferencia con los países de América Latina y el Caribe es de 18 puntos porcentuales y con los países de ingreso medio alto es de 36 puntos porcentuales.

Los datos sobre el nivel de conocimientos financieros en México muestran que es necesario redoblar las acciones de capacitación y difusión en esta materia. Así, los datos de la ENIF 2018 (CNBV-INEGI) permiten identificar que menos del 10% de la población adulta ha tomado cursos de educación económico-financiera. Esto se ve reflejado en que una de cada cuatro personas no comprende el concepto de riesgo; menos de la mitad sabe calcular el interés simple y dos de cada tres no saben realizar operaciones de interés compuesto.

De acuerdo con datos de la AMIB, a mayo del 2020 en México se tienen 384,083 cuentas de inversión con las diferentes casas de bolsa del país que si lo comparamos con la cantidad de Población Económicamente Activa (PEA), es un porcentaje muy bajo de personas que invierten en el mercado de manera directa, sin considerar las cuentas individuales de retiro.

Con los datos anteriores y demás reflexiones en una institución centenaria del mercado financiero como el Grupo Bolsa Mexicana de Valores, en el mes de septiembre del 2002 recibía a su petición la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que la BMV pudiera realizar actividades de capacitación, cuya intención era ofrecer cursos y seminarios de la mayor calidad para atender las necesidades de capacitación en el mercado financiero a personas que debían obtener la certificación para celebrar operaciones y promover servicios bursátiles con el público.
Para el 2015 con una nueva administración del Grupo BMV y cuyas claves de su modelo de negocio fue y seguirá siendo, el Factor Humano, situación que se denota claramente en palabras de su Director General, desde aquel entonces: “…Concluyo reiterando nuestro compromiso de fomentar el desarrollo sostenible de México a través de sus mercados bursátiles, y de respaldar la difusión de la cultura financiera para ponerla al servicio de todos los mexicanos”.
Hoy en día la Escuela Bolsa Mexicana de valores, independientemente del severo confinamiento ocurrido en los primeros meses del año 2020, de inmediato se volcó a seguir ofreciendo cursos, conferencias, webinars y demás medios de formación, con la intención de continuar con su propósito que es el de transformar personas positivamente, pero ahora con un distintivo loable, en el cual nos sentimos verdaderamente cómodos, llevar a las miles de personas por cualquier tipo de medio en el que los podamos contactar, un mensaje de esperanza para tratar de ver más allá del fenómeno critico que está dejando la pandemia.
Hemos puesto a disposición del público de prácticamente cualquier edad y lugar donde se encuentre temas de educación bursátil en diversos niveles de complejidad desde Básica, Intermedia, especialización y certificación con una oferta de más de 83 diferentes programas en el año, así como una participación activa semana tras semana en el año en diversas conferencias que permita el análisis de las decisiones financieras que llevamos a cabo en el ámbito de la inversión.
Con cifras a septiembre 2020 hemos impartido 102 cursos de los cuales 86 fueron virtuales con una participación en total de 1546 alumnos, en lo referente a conferencias de diversas temáticas, pero con una preponderancia en temas del mercado bursátil. Con una asistencia de 15.953 personas, los esfuerzos que hemos llevado a cabo con socios estratégicos como el periódico el Economista, Actinver y el sitio de simulación bursátil de Peeptrade hemos llegado a 28,685 personas más.
Una actividad muy relevante para nosotros como organismo certificador encomendada por la CONSAR, no se ha detenido por el confinamiento para que los ejecutivos de Afores y Siefores sigan presentando sus exámenes de certificación, ahora por medidas de salud, mediante sistemas tecnológicos que cuentan con la aprobación de los estándares internacionales de seguridad de identificación y medidas de control para un examen de estas características.
La pasión que se vive en diversas áreas del grupo para seguir impulsando estas iniciativas son el motivo principal de creer con firmeza que, seguimos preparando una sociedad que día con día se adentra a los temas del mercado de valores y distingue las diferentes formas de participar, sabiendo que es vital su participación para un mayor crecimiento de nuestro país y seguir haciendo posible el funcionamiento del mercado de valores y derivados en México.
Director de la Escuela Bolsa Mexicana.