Como seguramente habrás escuchado, en las últimas semanas el Banco de México anunció un nuevo recorte de 50 puntos base a su tasa de interés de referencia a 1 día, ubicándola en 5.00% y convirtiéndose en la tercera baja consecutiva observada en sus tres últimas reuniones de política monetaria y tras haber iniciado este turbulento año en un nivel de 7.25%.
Para analizar este descenso en las tasas de interés, cabe recordar que el objetivo primordial de Banxico es el de preservar el valor de la Moneda Nacional a lo largo del tiempo, es decir, controlar y mantener la inflación de los precios dentro de un rango estable y previamente definido, para lo cual puede hacer uso de distintas herramientas monetarias que le ayuden a alcanzar este objetivo. Dicho esto, y tras la fuerte recesión económica por la que estamos atravesando a raíz de la contingencia sanitaria por el brote del Coronavirus en la que la mayoría de los comercios y las industrias del país se vieron forzados a suspender sus operaciones, provocando que mucha gente perdiera sus empleos y por lo tanto su capacidad de gasto, lo cual ha traído como consecuencia una importante baja en el consumo y la inversión. Aunado a esto, hay que considerar también la fuerte depreciación del Peso Mexicano contra el Dólar de los Estado Unidos en lo que va del año, pasando de niveles de 19 pesos por dólar a un nivel nunca antes visto de alrededor de 25 pesos por dólar.
Preocupado por toda esta situación Banxico ha recortado su tasa de interés de referencia, con la finalidad de reactivar e incentivar el consumo, de modo que la gente prefiera gastar su dinero que tenerlo invertido en el banco con tasas que ofrecen bajos rendimientos.
Sin embargo, bajando las tasas de interés también se corre el riesgo de que el tipo de cambio suba más, puesto que los inversionistas extranjeros podrían retirar sus dólares del país, ocasionando una menor oferta de esta divisa y por lo tanto una subida en su precio. Por otro lado, esto podría propiciar un incremento en la inflación de los precios de los bienes que utilizan insumos del extranjero, por lo que Banxico deberá monitorear con mucha atención el desempeño de la inflación para poder tomar futuras decisiones y así alcanzar su principal objetivo.
Ahora seguramente te preguntarás, ¿qué tiene que ver todo este análisis con el mundo de los Derivados? Pues bien, como ya hemos platicado anteriormente, un Derivado tiene como principal función la cobertura del riesgo asociado al movimiento en el precio o tasa de un cierto Activo Subyacente. Es por ello que en algunas Bolsa como MexDer existen productos que permiten realizar este tipo de coberturas, como por ejemplo los Futuros o los Swaps de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE). Con estos instrumentos, un inversionista podría pactar el rendimiento futuro de una inversión a una tasa de interés definida desde el día de hoy, protegiéndose así contra el riesgo de un escenario bajista de las tasas de interés en el mercado. De igual forma, alguien que cuente con un crédito a tasa fija y que tenga expectativas bajistas a futuro en las tasas de interés, podría intercambiar a través de un Swap la tasa fija de su crédito por una tasa variable, con la cual se beneficiaría al pagar menos intereses en caso de que su expectativa bajista se cumpla en el mercado.
Es importante mencionar que el comportamiento de las tasas de interés en los mercados suele ser cíclica ya que están directamente relacionadas con la actividad económica, de modo que cuando la economía va por un buen camino de crecimiento y auge, las tasas tienden a subir para evitar un sobrecalentamiento y por lo tanto una mayor inflación. Por el contrario, cuando se presentan momentos de crisis económica como el que estamos viviendo actualmente, las tasas de interés tienden a bajar con la finalidad de incentivar el consumo y la inversión y que esto ayude a una recuperación económica.
Es por ello que siempre debes tener presente que los instrumentos Derivados pueden ser un enorme aliado para enfrentar situaciones como estas y que te ayudarán a navegar por los ciclos económicos de una forma más estable y con riesgos más controlados.
Por: Aron Brener,
Subdirector de Servicios Transaccionales Mercado de Derivados
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