El mercado financiero mexicano acumuló en los primeros cinco meses del año pérdidas ante una elevada incertidumbre por la crisis sanitaria, la debilidad de la economía y tensiones entre las dos principales economías del mundo, pese a los históricos estímulos económicos anunciados por países desarrollados y bancos centrales.
La evidencia de la propagación del coronavirus alrededor del mundo elevó la aversión al riesgo desde el primer trimestre del año y pese a que diversas farmacéuticas han revelado avances en tratamientos experimentales y vacunas para tratar el Covid-19, lo cual ha aligerado las tensiones financieras, es una realidad que los inversionistas han mostrado cautela en la composición de carteras y preferencia por activos sin riesgo.
En nuestro país, la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros ha disminuido en más de 200,000 millones de pesos, en lo que va del año.
El Índice de Precios y Cotizaciones (S&P BMV IPC), disminyó en mayo 0.95% nominal y en lo que va de 2020 presenta una contracción de 17.04%, ubicándose en 36,122.73 enteros. El mercado de deuda ha tenido un mejor comportamiento, apoyado en la conducción de la política monetaria, así el bono M10 bajó en mayo 48 puntos base y 53 pb respecto al cierre de 2019, operando en 6.31 por ciento. En tanto que el peso, que se apreció 7.63% en mayo, acumula una pérdida de 17.67% en una cotización de 22.2240 unidades.
A finales de 2019, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que las tensiones comerciales mundiales reducirían en 0.8% el crecimiento económico internacional. En la última revisión de crecimiento, el organismo prevé que la economía global se contraiga 3% en 2020, peor a la registrada durante la crisis financiera de 2008/09, en un escenario base en el que se supone que la pandemia se disipará en el segundo semestre de 2020. Para México estimó una variación de -6.6 por ciento.
En tanto, el Banco de México presentó (en mayo) tres escenarios de crecimiento para la economía nacional, para 2020: (1) PIB -4.6%; (2) PIB -8.0% y (3) PIB -8.3%, considerando como positivo (a) que se contenga con efectividad la propagación de Covid-19, (b) que los estímulos otorgados apoyen la recuperación de la economía y que (c) la entrada en vigor del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), propicie una inversión mayor a la esperada; y como factores negativos que se (i) prolonguen las medidas de distanciamiento social o que las secuelas causadas por la pandemia tengan un efecto negativo de largo plazo sobre la economía y (ii) que aumente la debilidad de los componentes de la demanda agregada.
La tasa de referencia para México se ubica en 5.50%, tras un ajuste de 175 pb en el año, por parte de la banca central, con objeto de mantener la estabilidad del sistema financiero.
Para lo que resta del año y 2021, la volatilidad del mercado estará en función de las condiciones y evolución de la pandemia, así como por las tensiones políticas y comerciales entre China y Estados Unidos derivadas de la cancelación de la autonomía de Hong Kong; situación que eleva la posibilidad de que ambos países terminen el acuerdo comercial Fase 1.
Por: Irasema Andrés Analista económico
Contacto: irasemaandres@yahoo.com.mx