El año 2019 finalizó con un sentimiento bajista, no solo por los pronósticos, desde entidades internacionales y nacionales, que conforme fueron pasando los días se recortaban una y otra vez, provocando seguramente una percepción de que fue un año con un desempeño negativo, de hecho se estima que el crecimiento en términos del PIB global sea del 3.0% considerando un 2018 que cerró cercano al 3.8%, para México, la realidad puede ser un poco más cruda, cerrando sobre niveles del -0.10% viniendo de un crecimiento económico en 2018 del 2.1%
Sin embargo, la historia para una parte de inversionistas no necesariamente fue así, desde el inicio del año uno de los lugares en los que se pudieron refugiarse en un entorno de clara incertidumbre geopolítica internacional y nacional, fueron en los bonos gubernamentales a corto plazo y esta estrategia funciono muy bien, ya que en términos de los cetes a 28 días de mantenerse firme a lo largo del año el rendimiento fue del 7.86% nominal que considerando una inflación que no se veía desde el 2016 del 2.97% el interés real, fue muy significativo de 489 pb o de 4.74% reales, ahora vemos porque el tipo de cambio está ligeramente debajo de los 19.00 pesos por dólar.
Los inversionistas que quisieron diversificar aún más sus posiciones por el alto grado de incredulidad que existía en los acuerdos comerciales que EUA está tratando de llevar hasta el 2020 por razones políticas internas de ellos, háblese del T-MEC pero sobretodo el que llevara a cabo con China, estos inversionistas pudieron acceder a títulos referenciados o los llamados ETF´s por ejemplo el Naftrac que traía un rendimiento hasta la 2ª semana de diciembre en el año del 8.2% aproximadamente o bien si tuvieron la idea de estacionar sus recursos en indicadores Estadounidenses como el Dow Jones, S&P 500 o el Nasdaq llegaron a generar un rendimiento promedio del 19.16% ( 14.4%, 23.5% y 19.6% de incremento respectivamente), pero aquel aún más disruptivo que invirtió en el iBovespa hubiese obtenido un 28.2% a lo largo de este año.
Los inversionistas que tienen un claro gusto por los ETF´s de segunda generación como es el caso del Oro pudieron ver crecer su rendimiento en 14.2%.
Para aquellos que siguen confiando en que México tiene un alto potencial en infraestructura y muestra de ello han sido las FIBRAS (Fideicomisos de Bienes Raíces), que, a lo largo del año, en promedio han generado un 32.26% en su indicador con rendimientos sobresalientes como el caso del Fideicomiso Hipotecario con crecimientos del 51.5%, o la misma Fibra Mcquarie en un porcentaje similar.
La renta variable tiene un alto potencial, no solo por lo conseguido en el 2019, sino sobre todo al 2020, contando con la laxitud de las tasas de interés tanto la nacional como en el mercado global o el SIC; argumentando un poco más, vemos emisoras con desempeños que a lo largo del 2019 alcanzaron diferencias en sus precios del 93.4%, pero en general en portafolios sin mucha exposición de riesgo por los cerrados “stop loss” de algunos fondos de inversión, en promedio podrían llegar tranquilamente a rendimientos del 12.5%.
Para las acciones internacionales independientemente de que el tipo de cambio peso/dólar tuvo una disminución del 19.63 al 18.94 pesos por dólar en un año, es decir, el 3.5% de apreciación.
El título de esta nota menciona un sentimiento muy pesimista, sin embargo, otra realidad es que hubo casos donde el 2019 le significo un gran año y muy positivo en sus inversiones, es por ello que seguimos insistiendo en que la inversión en la Bolsa de Valores en horizontes de largo plazo siempre será la gran recomendación para las personas sin importar su edad, pero cabe estacar que mientras más joven mejor.