En esta edición de nuestro tan aclamado Blog de Derivados, platicaremos sobre una pieza que juega un papel fundamental en el correcto funcionamiento de los mercados de derivados organizados: La Cámara de Compensación.
Como hemos podido platicar anteriormente, los Derivados Financieros pueden ser vistos como un contrato bilateral en el que se generan obligaciones y derechos de compraventa sobre un activo subyacente en una fecha futura a un precio pactado desde el inicio. Esta situación conlleva un posible riesgo de incumplimiento al vencimiento del contrato en caso de que la contraparte perdedora no pueda hacer frente a sus obligaciones financieras. De esta forma, la contraparte ganadora podría tener incertidumbre sobre si recibirá o no sus ganancias obtenidas a través del instrumento derivado, lo cual podría desmotivar a los inversionistas a utilizar esa clase de productos financieros.
Para contrarrestar este escenario, las Bolsas de Derivados alrededor del mundo cuentan con una entidad que funge como garantía de todas las operaciones que se realizan en ellas, la cual es conocida como la Cámara de Compensación y su finalidad es asegurar que todas las obligaciones generadas en los contratos de derivados se respeten y se cumplan en su totalidad. Además, la Cámara de Compensación romperá el vínculo existente entre compradores y vendedores de tal forma que se convierte en la contraparte central de todos los contratos. Esto también facilita la entrada y salida del mercado mediante la venta de las posiciones de compra y la recompra de las posiciones de venta, ya que los inversionistas no necesitarán buscar a su contraparte original del contrato.
Gracias a la Cámara de Compensación, los inversionistas pueden estar tranquilos de que, si la contraparte perdedora no cumple con sus obligaciones, entonces la Cámara será la responsable de pagarles. Para garantizar esto, la Cámara de Compensación trabaja bajo un esquema de colaterales, en el cual le solicita tanto al comprador como al vendedor del contrato, un depósito inicial de dinero en una “Cuenta de Margen” al momento de hacer la operación. Esta aportación inicial es matemáticamente calculada de forma que sea suficiente para cubrir la pérdida máxima esperada en un intervalo de tiempo de 1 día y aproximadamente fluctúa entre 5% y 10% sobre el valor total del contrato dependiendo de la volatilidad del activo subyacente.
Posteriormente, la Cámara de Compensación realiza una valuación diaria de las posiciones y ajusta mediante créditos y débitos los saldos de las Cuentas de Margen. Como consecuencia, las cuentas que presentan pérdidas reciben por parte de la Cámara de Compensación algo conocido como “llamada de margen”, de tal forma que deben restituir el margen inicial requerido. De esta manera, la Cámara se asegura de tener diariamente por lo menos la cantidad de dinero suficiente para hacer frente a una parte de la pérdida potencial del día y con ello elimina el riesgo de incumplimiento.
En el caso del MexDer, la Cámara de Compensación es conocida como Asigna, la cual es una empresa subsidiaria del Grupo Bolsa Mexicana de Valores y su principal función se centra en dar certidumbre y respaldo al mercado de derivados en México, garantizando a los participantes el cumplimiento y ejercicio de sus derechos y obligaciones.
Por: Aron Brener,
Subdirector de Servicios Transaccionales Mercado de Derivados
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