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La Reserva Federal vuelve a sorprender a los Mercados Financieros en 2019

La Flexibilización Cuantitativa (“Quantitative Easing” o “QE”, por sus siglas en Inglés) es una política monetaria no convencional, por medio de la cual, un banco central compra deuda en los mercados secundarios, como por ejemplo los bonos soberanos, corporativos o cualquier otro estructurado (bonos respaldados por hipotecas), con el objetivo de bajar las tasas de interés o aumentar la oferta monetaria en una economía.

Gran parte de los apoyos a las economías del mundo para salir de la recesión global que hubo en el año 2008, provinieron de estímulos monetarios de bancos centrales. Para Estados Unidos, la Reserva Federal (FED), puso en práctica importantes mecanismos de apoyo, destacando la reducción de la tasa de interés de referencia a 1 día y hasta niveles de 0% durante casi 8 años, así como la inyección de aproximadamente US$4 “trillion” de dinero en efectivo a la economía, a través de la recompra de los diferentes tipos de bonos.

Debido a los signos de fortaleza de la economía americana, evidenciados con el cumplimiento de los dos mandatos de la Fed (mantener inflación cercana a 2% y alcanzar pleno empleo), a partir de 2016, el banco central anunció su retiro gradual del QE, comenzando con alzas en la tasa de interés de referencia de un día, la cual se ubica actualmente en 2.50%, y con una reducción en la recompra de bonos. El éxito del QE, junto con la reducción de impuestos a partir de 2018 en EEUU, permitieron observar un crecimiento económico de 2.9% y niveles de inflación de 2.5%.

Sin embargo, el pasado 20 de marzo de 2019, la Reserva Federal sorprendió a los mercados financieros durante su anuncio monetario, con nuevas proyecciones económicas menos optimistas para los EEUU:

1)      Reducción en el crecimiento del PIB para 2019 a 2.1% y para 2020 a 1.9%

2)      Revisión a proyecciones de la tasa de interés de referencia, sin esperar aumentos en la misma al menos durante los siguientes 18 meses

3)      Se anunció que, durante los meses de mayo a septiembre de 2019, la FED aumente nuevamente la recompra de bonos en los mercados secundarios.

El anuncio monetario mencionado en los puntos anteriores, provocó caídas en los mercados accionarios mundiales al cierre de la semana pasada. Las tasas de interés continuaron su tendencia de baja, con la americana de 10 años actualmente en 2.41%, casi 85pb por abajo del máximo alcanzado en noviembre de 2018 de 3.24%.

Algunos de los analistas más reconocidos en el mundo, consideran que la nueva curva invertida para las tasas de interés americanas (altas tasas de interés de corto plazo y menores en el  largo plazo), no augura una nueva recesión en su economía, sino que es reflejo de varios factores de corto plazo que provocan mayor aversión al riesgo: una limitación en el mercado de deuda por el techo de endeudamiento del gobierno en US$$22 “trillion”; un crecimiento adicional en el portafolio de bonos de la FED; la espera de un nuevo miembro del Comité del Mercado Abierto de la FED y una posible solución a controversias comerciales con China y del Brexit.

Para México, se espera que para este jueves 28 de marzo de 2019, la tasa de interés de referencia a un día permanezca sin cambio en 8.25%. Es muy probable que Banxico tome varios meses para anunciar algún movimiento de baja en su tasa de interés de referencia, ya que es importante que el premio que pagan los bonos mexicanos, con respecto a los americanos, continúe siendo atractivo para los inversionistas, y además, se podría dar más tiempo en afirmar una tendencia de baja más ágil de la inflación hacia la meta del banco central mexicano (3%-4%).

Por: Dra. Araceli Espinosa Elguea. Profesora e Investigadora ITAM

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