Seguramente has escuchado a la gente decir felizmente que han ganado mucho dinero cuando las bolsas de valores han tenido movimientos alcistas en donde los precios de las distintas acciones han subido de valor. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado si también se puede ganar dinero cuando los mercados se mueven a la baja y el valor de las acciones disminuye? Aunque suene extraño, la respuesta a ello es ¡Sí, claro que es posible! Y la forma de lograrlo es adoptando lo que se conoce como una Posición Corta.
Entremos más a detalle. Supongamos que esperas que la empresa XYZ va a enfrentar diversas complicaciones a lo largo del año por lo que no presentará buenos resultados financieros y por lo tanto el precio de sus acciones caerá. Para poderte beneficiar económicamente en caso de que tu expectativa se cumpla, será necesario realizar una Venta en Corto, la cual funcionará de la siguiente manera: primero debes pedirle a alguien que te preste una cierta cantidad de acciones de la empresa XYZ, este préstamo se puede realizar a través del llamado “Mercado del Préstamo de Valores”. Una vez recibidas las acciones en préstamo, estas deberán ser vendidas en el mercado al precio actual, recibiendo el dinero correspondiente a esta venta. Posteriormente, habrá que esperar a que nuestra expectativa bajista se cumpla. Una vez que esto suceda, se deberá utilizar una parte del dinero recibido para recomprar las acciones al nuevo precio de mercado. Ahora entonces, el préstamo de acciones podrá ser cubierto mediante la devolución de estas, junto con el pago de un interés calculado en función de la duración del préstamo. De esta forma, habremos ganado el diferencial entre el precio al cual se vendieron inicialmente las acciones y el precio al cual se recompraron, además de sustraer a esta cantidad los intereses pagados por el préstamo de las acciones.
Este tipo de operaciones se realizan de forma muy frecuente por los diferentes inversionistas en los mercados de valores. Sin embargo, existe una forma más simple de “apostar” a la baja del mercado, esto mediante el uso de los Instrumentos Derivados sobre los que ya hemos platicado en las ediciones anteriores de este blog, como pueden ser los Contratos de Futuro.
Mediante una posición corta en un Contrato de Futuro, un inversionista adquiere el derecho y la obligación de vender una cierta cantidad de acciones de la empresa XYZ dentro de una fecha posterior, a un precio pactado desde el inicio de la operación. Con esto, el inversionista obtendrá ganancias siempre que el precio de la acción en el mercado en la fecha de vencimiento del Contrato se encuentre por debajo del precio de venta pactado y, por el contrario, obtendrá pérdidas en caso de que el precio de mercado de las acciones en la fecha de vencimiento, se encuentre por arriba del precio de venta pactado.
La principal ventaja de esta estrategia es que, al momento de pactar la operación del Contrato de Futuro, no es necesario contar con las acciones que deberán ser entregadas hasta la fecha de término del Contrato. De esta forma, no será necesario pedir en préstamo los valores correspondientes y, por lo tanto, tampoco se tendrán que pagar intereses por el préstamo, como sucedería en la estrategia de Venta en Corto explicada anteriormente.
De esta forma, un inversionista puede tener diferentes expectativas respecto a un cierto mercado o activo financiero, siendo igual de fácil invertir a movimientos alcistas como a movimientos bajistas, pudiéndose beneficiar económicamente en caso de que sus pronósticos se cumplan.
¡Qué no te de miedo, invierte con Derivados!
Por: Aron Brener,
Subdirector de Servicios Transaccionales Mercado de Derivados
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