Estamos próximos a la entrada de un nuevo año y como es costumbre tendemos a relacionarlo con una gran cantidad de riesgos, pero estos malos augurios se quedan en sentimientos sin fundamento económico si tomamos nuestras precauciones, por ello que siempre es recomendable hacer una lista de cosas por planear, organizar y ejecutar en los meses por venir.
Este es el momento idóneo para planear la situación financiera en la cual se desee estar para el próximo año, es decir, podemos establecer metas claras, concretas y sencillas como, por ejemplo:
- La adopción de un modelo y método de registro que permita no sólo visualizar la situación financiera propia y la de mi familia, sino además que me facilite la adecuada toma de decisiones.
- El nivel de endeudamiento en el cual me siento cómodo, independientemente de los incrementos a las tasas de interés que estamos próximos a resentir.
- El nivel de ahorro en el cual me gustaría estar, que me perita sentirme plenamente seguro ante cualquier problemática que se me presente.
- La tan ansiada iniciación de la construcción de un patrimonio que, mediante la inversión, me permita pensar en un retiro digno al cual tendré que agregarle una dosis relevante de aportaciones frecuentes en los periodos que yo establezca.
- El adecuado esquema de cobertura que deseo tener para garantizar, el que no sufra por algún siniestro menoscabo de mis bienes materiales, o bien, mi propia integridad física.
- El emprender un nuevo negocio o la renovación del actual, para que tenga la posibilidad de permanecer competitivo en el sector en el cual me ubico.
Los elementos anteriores cuentan, en este momento, con un grado de realización muy alto ya que seguramente tendremos en estas épocas del año un dinero adicional, que no es un regalo sino un fruto del intenso y disciplinado trabajo que hemos realizado a lo largo de 12 largos meses, cuyo nombre es el aguinaldo o una compensación extraordinaria que estarás gozando próximamente.
Es prudente mencionar la importancia de realizar una gama de planes antes de que llegue esta compensación, considerando escenarios positivos y negativos alrededor de lo que tendremos y con ello que sea un energético suficiente para tener una reorganización o reingeniería de nuestras finanzas personales.
Sin duda este ejercicio nos hará lograr y adquirir un desarrollo personal e intelectual que nos haga crecer como personas, además de pensar en una independencia financiera que nos permita disfrutar la vida con mayor calidad, confort y con un cubrimiento económico que vaya más allá de las necesidades básicas para no tener que preocuparnos por el dinero, sino ocuparnos de seguir al pie de la letra el plan establecido.
Disfrutemos entonces de las fiestas decembrinas con la salvaguarda y tranquilidad de tener en la mente, y en el lugar más preciado, el plan que me permitirá quitarle toda la incertidumbre que el año próximo.
Promete enfocarte en la persona verdaderamente impórtate, tú mismo.
Por: Gerardo Aparicio Yacotú,
Dir. Escuela Bolsa Mexicana
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